El pasado mes de octubre aprobamos en el Pleno del Ayuntamiento una moción institucional con motivo del Día Internacional de la Salud Mental 2022 que pretendía dar visibilidad a este grave problema y promover el bienestar de las personas que padecen patologías relacionadas con la salud mental.
La iniciativa fue respaldada por todos los grupos, como no puede ser de otro modo. Sin embargo, desde el PSOE hemos querido dar un paso más que una simple declaración institucional, donde se recogían muy buenas intenciones, pero ninguna medida práctica para avanzar en la solución del gravísimo problema que tenemos hoy en día con la salud mental, agravado tras la pandemia y que afecta, y esto es especialmente preocupante, a muchos niños y adolescentes.
El ámbito municipal es el ámbito de lo cercano. Un ayuntamiento tiene mucho qué decir y qué hacer en materia de salud mental, mucho más que conmemorar los días internacionales o promover acciones de sensibilización, que también está muy bien. Afortunadamente, en los últimos años hemos avanzado mucho en romper el tabú de la estigmatización. Cada vez va dando menos vergüenza decir que se va terapia, eso ya es un paso.
Pero tenemos que incluir la salud mental en la cartera de servicios de nuestros servicios sociales. Este Ayuntamiento tiene que involucrarse con medidas concretas, en colaboración con las asociaciones, que verdaderamente sirvan para mejorar la vida de las personas con problemas de salud mental. Y creo que debemos poner el acento particularmente en los colectivos sociales más precarizados. Porque no todo el mundo puede permitirse pagar 80 euros a la semana para recibir ayuda especializada.
En nuestra iniciativa incluimos medidas que la Federación Salud Mental Andalucía propone para el Pacto Local para el Bienestar Mental, un documento cuyo contenido suscribo y me comprometo a llevar a cabo si los almerienses me otorgan su confianza tras las elecciones del próximo 28 de mayo.
Los datos son estremecedores. Según un informe de la Asociación Española de Pediatría de 2022 en los últimos años, en especial, desde el inicio de la pandemia, la salud mental de los niños y adolescentes en España se ha deteriorado. Antes ya se estimaba que en torno al 10 por ciento de los niños y al 20 por ciento de los adolescentes sufría trastornos mentales, con consecuencias que se pueden prolongar a lo largo de toda su vida. En la actualidad, los adolescentes presentan más ansiedad, síntomas depresivos, autolesiones y conductas suicidas. Es urgente que desde lo municipal tomemos medidas ya.